Seguro que usted recuerda cuándo hizo el primer rasguño profundo en su nuevo reloj y que terrible acción fue la causa. Sufrir el primer golpe en un nuevo coche porque alguien no presta atención con un carrito de la compra (probablemente) o la puerta de otro coche (aun más probable) causa más o menos la misma sensación. Al principio se siente un pequeño choque emocional, se toca la abolladura o raspadura para asegurarse de que realmente está allí, después llega la sensación de un pequeño pinchazo en el abdomen.

Aunque podría parecer que la industria relojera suiza (principalmente) se lo toma con calma cuando se trata de innovaciones y se basa en artesanía y “tecnología” de —algunas veces— hace siglos, es cierto que están buscando mejores materiales.

Especialmente cuando se trata de relojes deportivos, los fabricantes tratan de utilizar diversas soluciones para crear una caja que resista las ralladuras. Un ejemplo interesante es el Audemars Piguet Royal Oak. Debido al acabado pulido en mate de las superficies planas de la caja y el brazalete, así como el acabado pulido en los ángulos, este reloj no solo queda muy bien bajo la luz, sino que, por desgracia, es también un imán para las ralladuras. Cada rasguño o abolladura es una espina en el ojo del dueño en la mayoría de los casos. Fue por eso que Audemars Piguet, en su colección de alta mar, se decantó por trabajar con materiales resistentes a los arañazos como la cerámica y el carbono. Otras grandes marcas como IWC y Hublot también ofrecen carbono, cerámica y soluciones compuestas para sus relojes deportivos.

El uso de estos materiales modernos a menudo no solo cambia las características de la caja (resistencia, por ejemplo), sino que también convierte el reloj en un hermano de aspecto más duro que la versión en acero inoxidable (o de titanio). El IWC Top Gun, el Ingenieur Carbon y AMG Black Series son un buen ejemplo de evolución de las piezas de acero inoxidable clásico a un nuevo material que se ve directamente más duro. Algo similar pasa con Omega y la introducción de su Dark Side of the Moon (así como el Grey Side y el White Side), que convirtió un icono en un reloj de pulsera más moderno que se mantendrá esencialmente inalterado para siempre debido a sus resistentes características materiales.

Además, por supuesto, hay muchas variaciones en los materiales. Los compuestos de cerámica y oro han marcado tendencia por un tiempo, así como las combinaciones más comunes como el titanio con tratamiento DLC (Diamond Like Carbon). Todos ellos tienen rasgos específicos, tanto en las características como en la estética. Hublot y Panerai están muy interesados en trabajar con materiales compuestos para sus relojes, mientras que los tratamientos de DLC se pueden encontrar en los relojes de Cartier y Linde Werdelin. También han sido aplicados a los relojes de muchas otras marcas por terceros (Rolex, AP, Patek Philippe, etc.).

Si nos quedamos con el carbono y la cerámica, los materiales modernos más comunes utilizados, encontramos algunas ventajas y desventajas en cualquiera de ellos:

Fibra de carbono

Pros: Muy ligero, muy fuerte gracias a las fibras

Contras: Dureza superficial relativamente baja (arañazos)

Ver las marcas que usan carbono: Hublot, IWC, Audemars Piguet, Panerai, Linde Werdelin

Cerámica

Pros: Muy dura y, por tanto, resistente a los arañazos (especialmente interesante para los biseles y cajas)

Contras: Debido a la estructura, en casos extremos, se puede romper o fracturar

Ver las marcas de relojes que utilizan cerámica: RADO, IWC, Omega, Chanel, Rolex, Audemars Piguet, Longines, Bell & Ross, Hublot, Jaeger-LeCoultre, etc.

Como el carbono y DLC todavía no son resistentes a los arañazos, la cerámica es un material muy interesante para las personas cuya principal preocupación es mantener sus relojes como nuevos. Su reloj va a seguir teniendo el mismo aspecto que cuando salió de la fábrica. Tenga en cuenta, por supuesto, que si le gustaría que su ejemplar envejeciera tan bien como usted, la cerámica no le hará demasiado feliz. Su compañero de pulsera será joven para siempre. Es una cuestión de gustos y preferencias.