Movimiento Automático
Entre relojes mecánicos diferenciamos los manuales o los automáticos.
La principal característica de los manuales es que el usuario necesita apretar la cuerda cada cierto tiempo (aproximadamente 40 horas). Para apretar la cuerda solo es preciso girar la corona. Dentro de este grupo diferenciamos relojes como Reloj Meistersinger N2, cuya reserva durará 42 horas en caso de que el enrollamiento sea completo.
Por otra parte, el concepto más importante del reloj automático es, que gracias a sus complejos mecanismos, es capaz de darse cuerda a sí mismo gracias al movimiento del brazo de su propietario. La primera pregunta que puede surgir es: ¿cómo puede el movimiento del brazo dar cuerda al reloj?
Todo funciona gracias a un rotor que, con el movimiento de la muñeca o brazo, gira alrededor de un pivote, actuando de esta forma sobre el mecanismo de carga del muelle.
Aunque la explicación sea fácil, en la práctica la realización de los calibres que permiten la transmisión de la energía para convertirla en impulsos capaces de mover las manecillas con alta precisión requiere el trabajo de verdaderos maestros de la relojería.
Cada marca desarrolla sus propios Calibres, compitiendo así entre ellos para lograr la máxima precisión, alcanzando unos niveles de complejidad de incluso más de 300 piezas. Algunos ejemplos de los mecanismos más complejos son los que presentan el Reloj Automático Montblanc Homage a Nicolas Rieussec o el Reloj Oris Big Crown ProPilot Calibre 111. Tan solo el calibre del primero incluye 319 componentes y 40 rubíes. El calibre 111 de Oris es una novedad de calibre propio, cuya reserva de marcha es de aproximadamente 10 días. Pinche aquí para conocer más detalles sobre este calibre revolucionario que Oris ha lanzado al mercas
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