Si quieres un reloj de lujo, probablemente vas a tener que sacar la cartera y desembolsar una cantidad considerable de dinero, la mayoría suelen ser algo caros, pero el precio está directamente conectado con la calidad, los detalles y el nivel de trabajo, lo que significa que, si los cuidas bien, son relojes que te pueden durar toda la vida y que incluso puedes dejar como herencia para tus hijos o nietos (seguro tu tienes un reloj de tu abuelo y sería lindo que el tuyo se convierta en ese objeto del recuerdo para las próximas generaciones).
Los relojes de lujo se ven muy bien cuando los compras, pero también se convierten en piezas llenas de nostalgia que te pueden recordar a alguna persona que fue importante en tu vida, y el desgaste por el uso (hasta cierto punto) le puede dar carácter a la pieza y hacer que se vuelva todavía más interesante y sofisticada. Pero, para que eso pase, la pieza tiene que sobrevivir al paso del tiempo, y eso no va a pasar si dejas todo a la suerte o al destino.
Los relojes mecánicos son diseñados para durar toda la vida y para que vivan más tiempo que tú, tus hijos y nietos, de hecho, un famoso coleccionista dijo alguna vez que “En realidad, nunca tienes un reloj de lujo. Simplemente lo estás cuidando para la próxima generación". Pero, hay que tener en cuenta que esos pequeños accesorios que caben en tu muñeca tienen decenas de partes pequeñas en su interior y cada uno se mueve de forma exacta y delicada, y deben hacerlo incluso si los golpeas y les das un uso rudo.
Un buen reloj debe ser confiable y exacto, además de que debe tener ese estilo clásico que lo ayude a superar el paso del tiempo, pero también hay que poner de nuestra parte para que no se “agote” o comience a sufrir por el desgaste del uso cotidiano.
Un buen reloj de lujo te puede durar toda la vida Ruthson Zimmerman
¿Cómo cuidar tu reloj de lujo?
Según los expertos en relojería, hay algunas cosas de las que no te debes olvidar.
La resistencia al agua
Casi todos los relojes del mundo tienen cierto grado de resistencia al agua, pero eso no significa que debas meterte a nadar con ellos, ya que al hacerlo puedes causar un daño irreparable. Antes de saltar a la alberca, considera que hay relojes que solo toleran salpicadas, mientras que otros pueden estar en poca profundidad y otros más son buenos para el buceo, pero debes entender esto antes de arruinarlo todo. Como regla general, los relojes con muchas complicaciones no deben estar en el agua.
Evita la luz del sol directa
No quiere decir que tengas que ocultar tu reloj, pero debes tomar en cuenta que la exposición al sol puede afectar la apariencia en tu reloj y empezar a desvanecer las partes que están pintadas (como el dial y las manecillas), además de que puede secar los lubricantes que hacen que cada pieza se mueva suavemente. Los relojes más viejos incluso se pueden empañar, lo que puede producir condensación y daño por el agua.
Limpia tu reloj y dale servicio tanto como se puede
No necesitas hacerlo tú mismo, pero, si vas a llevarlo con un profesional, asegúrate de que limpie la correa con una tela suave. En cuanto al servicio, es recomendable que lo hagas cada 2 o 3 años para adelantarte a los problemas y para estar seguro de que seguirá funcionando perfectamente bien.
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